Atravesar el umbral de Gigi es ya toda una experiencia.
Sientes como te trasladas de Ă©poca mientras escuchas a Glenn Miller y te sientas en uno de sus espectaculares Chester de terciopelo o como haces un viaje imaginario a esos cafĂ©s neoyorkinos que prácticamente están fusionados con las aceras de las calles donde se ubican, y es que este local tiene muchĂsimo encanto.
Con apenas 5 meses de vida Gigi se ha colado en las listas de los sitios más “in” de la capital, en la que afortunadamente y desafiando a la crisis, en los Ăşltimos años han proliferado otro estilo de oferta culinaria, muy ligada al buen gusto y a la alta calidad gastronĂłmica sin que por ello haya de ser un lujo.
Este “aventura” naciĂł con un flechazo que tuvo Pilar, quien trabajĂł durante mucho tiempo para una gran multinacional hasta que decidiĂł que era el momento de reinventarse, con un antiguo local en el corazĂłn de ChamberĂ y a la que el destino quiso que Miguel, con muchos años experiencia en alta cocina y con muchas ganas de apostar por un proyecto más personal, apareciese en su camino.
La decoración de Gigi es simplemente exquisita. Un proyecto de la interiorista Marta Auyanet, en el que conviven mezcla de tendencias de distintas épocas y se juega con fusión de distintos materiales y estilos, logra conquistarnos creando una atmósfera perfecta y acogedora.
Los detalles marcan la diferencia, desde el menaje, la carta que imita a un diario antiguo, hasta los adornos florales, todo ello una auténtica expresión de buen gusto.
Pero el verdadero tesoro de este proyecto es su excelente oferta gastronómica. Miguel, quién está al frente de la cocina, propone una carta marcada por la fusión de varios tipos de cocina, pero siempre con un toque mediterráneo.
Platos tradicionales reinventados, como el tĂpico bocadillo de calamares o los diferentes y exquisitos panes de tomate o manzana que elaboran ellos mismos, son señas de identidad de esta excelente propuesta culinaria.
“Soy franco-español por lo que mi cocina está claramente marcada por estas dos culturas, pero al haber crecido en Marsella tengo influencia de muchos tipos de cocina que me encanta fusionar con resultados francamente magnĂficos” Nos comenta Miguel mientras nos explica que la carta se va actualizando por cada temporada y adaptando a las distintas horas del dĂa. Podemos desayunar, tomar un brunch en fin de semana, almorzar, merendar, cenar y por supuesto tomarnos una copa al final del dĂa.
“Gigi naciĂł con nombre de mujer, quizás por la influencia de la famosa pelĂcula que personalmente me encanta, aunque no está concebido como un local femenino, es más, nos sentimos realmente orgullosos cuando escuchamos comentarios tales como: AquĂ sĂ puedo venir con mi marido o mi novio” Nos dice Pilar entre bromas.
Gigi es un sitio no sĂłlo para volver sino para convertirlo en ese lugar habitual de reuniĂłn con pareja, amigos o familia.
Gigi Meet Bar
Luchana, 13
Madrid